La cirugía de cataratas es un procedimiento que reemplaza un lente nublado en el ojo por un lente artificial claro. Es el procedimiento quirúrgico más común en el mundo.
La cirugía de cataratas avanzada es un procedimiento moderno que reemplaza el cristalino opaco con un lente intraocular (IOL). Utilizando técnicas asistidas por láser, ofrece mayor precisión y mejores resultados.
La blefaroplastia superior, también conocida como levantamiento de párpados, es un procedimiento quirúrgico que elimina el exceso de piel y grasa del párpado superior
La blefaroplastia inferior es un procedimiento quirúrgico que mejora la apariencia de los párpados inferiores (bolsas bajo los ojos)
Existen varios tipos, cada uno con sus propias causas y factores de riesgo, pero todos tienen algo en común: el daño al nervio óptico. Esta lesión puede generar una pérdida irreversible de la visión si no se detecta y trata a tiempo.
El Dr. Carlos Montoya y el equipo de St. Lucia Eye Center son especialistas en el tratamiento del glaucoma, ofreciendo las técnicas más avanzadas para preservar la visión de sus pacientes.
Es el tipo más común, se produce cuando el sistema de drenaje del ojo (malla trabecular) no funciona correctamente, impidiendo que el líquido ocular drene adecuadamente. Esto genera un aumento de la presión intraocular, que daña el nervio óptico con el tiempo.
Ocurre cuando el ángulo de drenaje entre el iris y la córnea se bloquea repentinamente, impidiendo que el líquido fluya fuera del ojo. Esto provoca un aumento repentino de la presión intraocular, que puede causar daño ocular severo en poco tiempo.
Acumulación de líquido en el ojo que aumenta la presión y daña el nervio óptico.
Problemas en el sistema de drenaje del ojo que provocan acumulación de líquido.
El riesgo de desarrollar glaucoma aumenta con la edad, especialmente después de los 60 años.
Tener familiares con glaucoma eleva el riesgo de desarrollarlo.
La presión arterial alta puede reducir el flujo sanguíneo al nervio óptico y contribuir al glaucoma.
Un traumatismo ocular puede aumentar el riesgo de glaucoma.
Esta afección requiere atención inmediata, ya que suele empeorar sin tratamiento. Por lo tanto, las estrategias de tratamiento apuntan a reducir la presión intraocular y proteger la visión.
Mide la presión intraocular para detectar glaucoma.
Prueba de imagen no invasiva que proporciona imágenes detalladas de la retina y el nervio óptico.
Mide la visión periférica, ayudando a detectar signos tempranos de pérdida de visión relacionada con el glaucoma.
Esta condición puede progresar de forma silenciosa en sus primeras etapas y no presentar síntomas perceptibles. Por ello, los exámenes oculares periódicos desempeñan un papel fundamental para detectarla de forma temprana y evitar daños irreversibles en el nervio óptico.
Cuanto antes se detecte el glaucoma, más efectivo será MIGS para prevenir la pérdida de visión.
El glaucoma puede afectar la visión periférica, lo que puede hacer que conducir sea inseguro en etapas avanzadas.
Es necesario un monitoreo regular de la presión intraocular y la visión para garantizar un control adecuado de la enfermedad.
Con una intervención temprana, el glaucoma puede controlarse sin una pérdida significativa de visión.
Los antecedentes familiares, la edad, la presión arterial alta y ciertos grupos étnicos tienen un mayor riesgo de desarrollar glaucoma.
Se requiere seguimiento continuo para controlar la presión intraocular y preservar la visión.